Desde niño, crecí pensando que en otros lugares del mundo, había más tipos de gentes y personalidades diversas. Yo, como chileno nacido en Santiago, solo viví entre grandes edificios y con gente de clase media, y generalmente se me decía que no podría llegar más lejos, sino solo hasta donde mis manos pudieran alcanzar; ante esto, me propuse firmemente tratar de comprender al mundo, sin prejuicio alguno, para lograr una mente más abierta y comprensiva.
Pasaron los años, y logre finalmente salir de aquel hoyo entre las montañas, al país que estaba justamente al lado, la Argentina, en la cual vivo actualmente por diversos motivos.
Sin más, puedo decir que en este país rico en diversidad y acentos, la sociedad da muchos frutos diferentes de los que conocía antes. Un país profundamente católico, donde la gente se santigua por cada gruta o animita que ve, donde hablar mal de la iglesia o criticarla en público es mal visto. Esta y muchas cosas más he visto en mis viajes dentro de este extenso país, del cual podría criticar mucho y nada, ya que de por si soy de otra idiosincrasia.
Un lugar en el cual las cafeterías no te echan por estar haciendo sobremesa, donde la gente compra libros continuamente, donde a nadie le parece raro beber mate en clases, cosas así impresionan a primera vista, para mí que soy un viajero entre pueblos diversos.
Y de tanta maravilla extensa podría expresar en estas líneas, que no podemos obviar el lado negativo, donde la gente vive apurada pensando en su propio yo, de la gente que se burla descaradamente de otros, o gente que abusa de su posición, como en el caso de los religiosos, que ante multas de transito sacan de inmediato su credencial afirmando que son una especie de casta, o los mismos políticos que roban descaradamente a su pueblo.
Ante eso yo llamaría a luchar, ante tanta injusticia social que hay “aquí y en la quebrada del ají”(es decir, en todos lados), ya que solo los ciudadanos podemos cambiar la realidad en nuestras manos, un pueblo instruido, contra uno ignorante, no beber mas de falsas ilusiones ni pretextos, sino pensar por nosotros mismos, buscando una identidad ya no dada por la nacionalidad o color, sino como seres humanos, que es algo que hemos olvidado.
Nuestras vidas giran en torno a lo que queremos consumir, y si es por mí, prefiero ser adicto a la esperanza de un futuro mejor, y no desfallecer ante tanta politiquería barata, ya que son el veneno. Gente os invito a pensar, a detenerse y ver que hemos hecho por este mundo tan variado y extenso que llamamos tierra, para que dejemos de destruir a cada minuto lo que queremos de este.
Sin más, termino esta variada opinión de un friki que va viajando por el mundo, y darles la bienvenida a este loco espacio, del cual se me invito participar, ya que la autora principal es una vaga que no publico nada!xD.
